Antes de desesperarnos, tal vez tengamos que reflexionar... quizá no fuera la mejor idea vestir a nuestra hija mientras jugaba con el pinta uñas.... en fin, con los niños, es mejor prevenir, pero si eso no fuera posible, también es bueno curar.
Ese vestido tan fresquito, con esa bonita falda de vuelo que tanto le gustaba, no puede ser objeto de disputa y tampoco es necesario desecharlo como trapo viejo, siempre hay soluciones para recuperar y reciclar.
En este caso, decidí incorporar una bonita falda de vuelo hecha de ganchillo y aprovechar la parte de arriba del vestido para que mantuviera su espíritu original.
La falda tiene una forma de vuelo que a las niñas les encanta y no hace falta añadir ningún adorno extra, porque la propia falda ya tiene un calado que la hace especial.
El vestido ha vuelto a su ser y aún le quedan muchas semanas de verano para lucirse.
Crisis resuelta y sin enfados, que es verano y hay que relajaaaaarse!!
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